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(San Juan, Puerto Rico – 24 de septiembre de 2009) El Movimiento al Socialismo (MAS) repudia y cuestiona la nueva ronda de despidos de empleados públicos que se ejecutará a partir de este próximo viernes. Empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Autoridad de Carreteras y Edificios Públicos, entre otros, son algunos de 30 mil empleados que pudieran quedarse sin empleo como parte de las reformas nefastas del gobernador Luis Fortuño para paliar la crisis económica. El Movimiento al Socialismo propone la huelga general como herramienta para detener esta ofensiva.

El MAS cuestiona esta medida por ser una justificación que beneficia a los bonistas y a los depredadora clase industrial que busca hacer negocios mediante las alianzas público privadas. “Todavía el gobierno no ha presentado un análisis al país sobre quiénes serán los despedidos y cómo se afectarán los servicios al país. Esto demuestra que el gobernador asumió el mandato no para gobernar en beneficio del pueblo sino para enriquecer los bolsillos de la banca, los industriales, los bonistas y la industria de la construcción. Su único proyecto de país es fomentar el clima de inversión depreciando el valor del trabajo disparando la tasa de desempleo y eliminando las leyes y convenios que rigen las relaciones obrero patronales; y claro está destruyendo las corporaciones públicas”, manifestó Alvin R. Couto de Jesús, portavoz del MAS.

El MAS cuestiona por qué serán despedidos empleados de varias corporaciones públicas, si estos despidos nos estaban contemplados en la Ley 7. “Tenemos que ver la ley 7 conjuntamente con la Ley que promueve las alianzas público privadas. Además de privar a los empleados públicos de sus empleos, al gobierno le interesa desbaratar las corporaciones públicas para que los industriales puedan hacer negocios con los restos de aquéllas. Es decir, la empresa privada prestará los servicios que antes prestaba el gobierno. Sin embargo, estos servicios serán más caros por que están motivados por la ganancia y los trabajadores de estas alianzas trabajarán por menos compensación, lo cual empobrecerá el bolsillo de las familias que viven de ese sustento. Con la cantidad de personas que están desempleadas, la competencia de trabajar más por menos pondrá a los trabajadores en posición desventajada a la hora de negociar con sus patronos”, explicó Couto. “Todo ello va encaminado a empobrecer al país y menoscabar la calidad de vida de la clase trabajadora. Además se perderán miles de trabajos en la industria privada por que se paraliza la economía por consecuencia”.

El MAS hace un llamado a distintos grupos sociales a frenar esta ola de despidos. “Detener los despidos no sólo es deseable sino que debería ser prioritario para las organizaciones sindicales, comunitarias y cívicas. Aunque muchos pesimistamente creen que es imposible detener los despidos, nosotros apostamos que con presión podemos frenar la ola neoliberal de Fortuño. Debemos prepararnos para una huelga general, pero esta huelga debe ser construida desde abajo con asambleas de delegados de diversos sectores, y una asamblea de pueblo que garantice que este país se paralice hasta que Fortuño ceda sus aspiraciones de vender el país y privatizarlo”, añadió Couto.

“Pero ya es hora de preguntarnos y después de la huelga qué. No podemos permitir que el Partido Popular gane con este desastre del cual es coautor. Es preciso crear un movimiento amplio de pueblo que le dispute a los dos partidos el control del gobierno para garantizar reivindicaciones sociales y justicia social”.