COMUNICADO DE PRENSA

(San Juan, Puerto Rico – 25 de septiembre de 2009) El Movimiento al Socialismo se une al paro general convocado por varias organizaciones sindicales para el 15 de octubre tras el anuncio del Gobierno de despedir a 16,790 empleados públicos. Con este anuncio el gobierno ha cerrado definitivamente el diálogo y ha optado por la confrontación abierta contra los trabajadores y trabajadoras de las corporaciones públicas y agencias gubernamentales.

Esta medida afectará a todos aquéllas personas que trabajaban para el gobierno con una antigüedad promedio de 13.5 años. “Se trata de una barbaridad que esperábamos. El gobierno de Fortuño ha optado por cerrar los canales de comunicación y no buscar otras alternativas para paliar la crisis. Abrió fuego contra los empleados públicos y éstos deben devolver el fuego con un paro contundente y combativo”, manifestó Alvin R. Couto, portavoz del MAS.

La organización reconoce que esta medida está encaminada a enriquecer más a los grandes intereses. “Ayer decíamos que esta medida devaluaría el precio del trabajo. Hoy es una realidad. Esta masa de personas desempleadas abaratarán la mano de obra de los empresarios. Los servicios se verán afectados por el lucro de las alianzas público privadas y la privatización de los servicios esenciales”, manifestó Couto. “Los trabajadores perderán los derechos adquiridos y se empobrecerá el bolsillo del doble de las familias con trabajadores cesanteados, ya que con estos despedidos se afectan los empleos de la industria privada”.

El MAS hace un llamado a organizarnos para el Paro General. “El MAS participa del Frente Amplio de Solidaridad y Lucha y simpatiza con la labor de la Coalición de Todo Puerto Rico. Hacemos un llamado a organizarnos en comités de base, a participar de asambleas regionales que desemboquen en una Asamblea de Pueblo. Estamos preparados para un paro de un día, pero debemos madurar las condiciones para una huelga general donde sectores tradicionalmente no organizados participen de ella. Hay que abrir espacios para los desempleados, las comunidades y otras minorías. Debemos organizar a los trabajadores de la industria privada ya que una huelga general debe detener la actividad económica del país para que sea efectiva”, indicó Couto.

El MAS repudió el uso de la fuerza de choque y la policía para reprimir a los trabajadores unionados que llevaron una manifestación a la puerta del Banco Gubernamental de Fomento, “no nos sorprende como la policía defiende los intereses de los riquitos. El gobierno antiobrero afectará los empleos de la policía, educación y salud, entre otros. Con esto quedó sellado el destino de 17 mil familias”, sentenció Couto.

El MAS insiste en el trabajo y coordinación de todos los sectores sindicales para una huelga general. “No creemos que sea apropiado insistir en las diferencias que nos desunen cuando hay una coyuntura que nos abre un espacio para coordinar esfuerzos. Hacemos un llamado a la unidad en la acción entre todos los sectores sindicales, políticos y comunitarios para enfrentar al gobierno hasta donde llegue el consenso. Debe unirnos la combatividad, la lucha y la fuerza para detener los despidos: Nos une la solidaridad y el amor que nos enseña a ponernos en los zapatos de las familias que perderán su sustento. Fortuño debe renunciar ya que es un cobarde que no se atrevió a dar cara al país”.

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(San Juan, Puerto Rico – 24 de septiembre de 2009) El Movimiento al Socialismo (MAS) repudia y cuestiona la nueva ronda de despidos de empleados públicos que se ejecutará a partir de este próximo viernes. Empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Autoridad de Carreteras y Edificios Públicos, entre otros, son algunos de 30 mil empleados que pudieran quedarse sin empleo como parte de las reformas nefastas del gobernador Luis Fortuño para paliar la crisis económica. El Movimiento al Socialismo propone la huelga general como herramienta para detener esta ofensiva.

El MAS cuestiona esta medida por ser una justificación que beneficia a los bonistas y a los depredadora clase industrial que busca hacer negocios mediante las alianzas público privadas. “Todavía el gobierno no ha presentado un análisis al país sobre quiénes serán los despedidos y cómo se afectarán los servicios al país. Esto demuestra que el gobernador asumió el mandato no para gobernar en beneficio del pueblo sino para enriquecer los bolsillos de la banca, los industriales, los bonistas y la industria de la construcción. Su único proyecto de país es fomentar el clima de inversión depreciando el valor del trabajo disparando la tasa de desempleo y eliminando las leyes y convenios que rigen las relaciones obrero patronales; y claro está destruyendo las corporaciones públicas”, manifestó Alvin R. Couto de Jesús, portavoz del MAS.

El MAS cuestiona por qué serán despedidos empleados de varias corporaciones públicas, si estos despidos nos estaban contemplados en la Ley 7. “Tenemos que ver la ley 7 conjuntamente con la Ley que promueve las alianzas público privadas. Además de privar a los empleados públicos de sus empleos, al gobierno le interesa desbaratar las corporaciones públicas para que los industriales puedan hacer negocios con los restos de aquéllas. Es decir, la empresa privada prestará los servicios que antes prestaba el gobierno. Sin embargo, estos servicios serán más caros por que están motivados por la ganancia y los trabajadores de estas alianzas trabajarán por menos compensación, lo cual empobrecerá el bolsillo de las familias que viven de ese sustento. Con la cantidad de personas que están desempleadas, la competencia de trabajar más por menos pondrá a los trabajadores en posición desventajada a la hora de negociar con sus patronos”, explicó Couto. “Todo ello va encaminado a empobrecer al país y menoscabar la calidad de vida de la clase trabajadora. Además se perderán miles de trabajos en la industria privada por que se paraliza la economía por consecuencia”.

El MAS hace un llamado a distintos grupos sociales a frenar esta ola de despidos. “Detener los despidos no sólo es deseable sino que debería ser prioritario para las organizaciones sindicales, comunitarias y cívicas. Aunque muchos pesimistamente creen que es imposible detener los despidos, nosotros apostamos que con presión podemos frenar la ola neoliberal de Fortuño. Debemos prepararnos para una huelga general, pero esta huelga debe ser construida desde abajo con asambleas de delegados de diversos sectores, y una asamblea de pueblo que garantice que este país se paralice hasta que Fortuño ceda sus aspiraciones de vender el país y privatizarlo”, añadió Couto.

“Pero ya es hora de preguntarnos y después de la huelga qué. No podemos permitir que el Partido Popular gane con este desastre del cual es coautor. Es preciso crear un movimiento amplio de pueblo que le dispute a los dos partidos el control del gobierno para garantizar reivindicaciones sociales y justicia social”.